Al observar profundamente los alimentos que tomamos, descubrimos que contienen la tierra, el aire, la lluvia, la luz del sol y el duro trabajo de los campesinos y de todos aquellos que lo procesaron, transportaron y vendieron.
Cuando comemos o bebemos, podemos comprometer todos nuestros sentidos en la experiencia de comer y beber.
Os invito a llevar esta actividad de alimentación consciente en vuestras aulas, de los más pequeños a los mayores.
DAR GRACIAS AL AGRICULTOR
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El CHOCOLATE es el alimento que se obtiene mezclando azúcar con dos
productos derivados de las semillas de CACAO: la masa del cacao y la manteca de cacao. A partir de esta
combinación básica, se elaboran los distintos tipos de chocolate, que
dependen de la proporción entre estos elementos y de su mezcla, con otros
productos tales como leche y frutos secos. El cacao ha sido
cultivado por muchas culturas durante al menos tres milenios.
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OBJETIVO: Antes de comer
el trocito de chocolate, agradecemos a las personas, los lugares y las cosas
que han desempeñado un papel en su viaje desde la semilla hasta nuestras
manos.
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HABILIDADES: Ver,
redefinir, …
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INSTRUCCIONES:
1.
Os propongo coger el trocito de chocolate y, antes de comerlo,
pensar en cómo ha llegado desde la planta de cacao a vuestras manos.
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Piensa en los gusanos que fertilizaron la tierra…
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Piensa en el sol y la lluvia que nutrieron el cacaotero (árbol
del cacao)
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¡Gracias Naturaleza!
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Piensa en los agricultores que cuidaron las semillas del cacao.
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Piensa en los transportistas que transportaron las semillas de
cacao a las fábricas de chocolate.
- Piensa en los trabajadores y máquinas que lo mezclaron para
conseguir chocolate.
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Piensa en las personas y máquinas que lo empaquetaron.
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¡Gracias Trabajadores!
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¡Gracias Máquinas!
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Piensa de nuevo en los transportistas que transportan ahora el
chocolate a los supermercados y tiendas.
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Piensa en las personas que os lo han comprado y lo han traído al
colegio.
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Los niños nos dan las gracias. ¡Gracias (nombre del docente)!
2.
¡De nada! Ahora vamos a comernos el trocito de chocolate. Mételo
en la boca un momento sin masticarlo y fíjate en la sensación que te produce.
A continuación, mastícalo y, por último, trágatelo prestando especial
atención a las sensaciones que experimentas.
3.
Temas de conversación: ¿Habías pensado alguna vez en los
alimentos de este modo?, ¿tienes una visión diferente del chocolate ahora?
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